En la Iglesia de La Natividad de Nuestra Señora de La Font de la Figuera podemos encontrar el Retablo de Juan de Juanes.
El retablo que realizó Juan de Juanes para la Iglesia de la Natividad de nuestra población es uno de los pocos que hoy en día están todavía en su lugar de origen. Fue ejecutado entre 1547 y 1550 por encargo de Doña Brianda Maza de Linaza y Carroz de Arborea, señora de la villa. La cual está representada como donante en la tabla de la Natividad de la Virgen María, que además constituye la advocación de la parroquia. La técnica es al óleo sobre tabla.
El retablo se compone por banco, 3 calles, ático y polsera, formado por un total de 26 tablas. El retablo podríamos dividirlo en 3 secciones: en el centro, visualizamos la imagen de la Virgen de Gracia que preside el retablo. Alrededor de ella podemos encontrar la escenografía de la vida de Jesús y por último, en la parte exterior del retablo vemos los cuatro doctores símbolo de los pilares de la iglesia y diferentes santos, de los cuales, podemos destacar el Patrón de Valencia, San Vicent Ferrer, y la antigua patrona del municipio, Santa Barbara.
El retablo de la Parroquia de la Natividad de nuestra Señora de La Font de la Figuera es una de las obras más emblemáticas de Juan de Juanes. Este sobrevivió al incendio acaecido en la iglesia en vísperas de la Guerra Civil española. Sin embargo las altas temperaturas que se alcanzaron en el interior del templo le afectaron seriamente levantando innumerables ampollas, ennegreciendo los colores y provocando la licuefacción de la resina del soporte de pino, que arrastró el color en su camino a la superficie.
Tras la contienda bélica las tablas se enviaron a restaurar al Museo del Prado. Allí permanecieron hasta comienzos de los 50 donde se les sometió a un proceso completo de restauración. Se asentaron las capas pictóricas, se efectuó una limpieza del hollín acumulado en su superficie y se retocaron para recomponer las partes irremediablemente perdidas. Otras dos tablas se traspasaron a un nuevo soporte. Sin embargo después de medio siglo el estado de conservación de las pinturas no era el adecuado.